Why Entrepreneurs Have a Leg Up in Personal Finances

Money, traditional wisdom tells us, can’t buy happiness. Laura Vanderkam would beg to differ, at least partially. She’s the author of a new book released last week called All the Money in the World: What the Happiest People Know About Getting and Spending that digs into the relationship between happiness and money, uncovering the ways we spend money that fail to improve our lives, and offering a new framework to think about making and spending your money to maximize happiness.

Rather than obsessing about strict budgets, Vanderkam argues, we should think of money as a tool that enables us to create the lives we want. Elaborating on this premise, Vanderkam interrogates how happy expensive aspects of the traditional American dream like the big house in the ‘burbs really make us, and concludes that in general we underspend on experiences like learning and travel and overspend on material goods.

It’s a subject most of us could benefit from studying up on, but in an interview Vanderkam explained that when it comes to thinking about personal finances in a constructive way, entrepreneurs generally have a leg up over salaried workers. «Entrepreneurs have a better way of thinking about money than most people,» she says, arguing that those who start their own ventures have a different and deeper understanding of money:

We look at both sides of the equation and that’s smarter money management because there’s really a limit to how much you can cut, whereas at least in theory, there’s no limit to how much you can earn. Entrepreneurs are smart in that they focus on both sides.

Many people do not have a very good sense of where money comes from. It just shows up in a certain chunk every two weeks and they haven’t really thought about why. Whereas if you’re running a business you know exactly why. It’s because your customers paid you and you know that you did something that made them want to pay you, so there’s a clearer connection. Entrepreneurs know that what you’re aiming to do is bring more in. You always want to keep your cost base low, but ultimately the point here is to bring more in. That’s not necessarily a mindset that many people who aren’t entrepreneurs have about money. When they think of money management they think: ‘how can I cut coupons and cut my costs?’

But don’t get too cocky that your status as an entrepreneur makes you immune from common personal finance pitfalls and fallacies about money. Vanderkam suggests that business owners can be just as vulnerable to showing off as anyone:

Make sure that every dollar is being used in a smart way, in a way that is going to help your business grow, because entrepreneurs, like everyone, get into the showy stuff. You want lots of swag with your business name on it or the office before you really need the office. That’s the same thing people go through in their personal life, acquiring stuff just because they think they need stuff. But ask, really is this going to help my business grow or not?

Especially for young entrepreneurs, Vanderkam insists it’s also smart to think of building assets as building future options and not to focus too much on what you’re missing out on. «It is so painful to cut back from your current standard of living. That’s one of the major problems with a lot of personal finance literature. It’s incredibly dreary,» she says. So instead of notching up sacrifices, ponder all the choices the money you’re not spending will buy you.

«When you’re young you want to be careful not to lock yourself in to a level of expenditure that’s going to be hard to maintain if you decide you want to do something different because, frankly, most people decide to do something different in this day and age,» she warns young entrepreneurs. «If you want to scale down because of family responsibilities or if you want to change careers later in life, money gives you options. So the sooner you have the money the better.»

What have you spent money on that failed to improve your happiness, and what purchases truly brought you joy?

Los 8 Secretos del Éxito, de 8 Grandes Emprendedores.

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Por qué las personas son exitosas?. Es debido a que son inteligentes? O simplemente tienen suerte?. El analista Richard St. John, condensa años de entrevistas grandes emprendedores de éxito en una presentación de 3 minutos sobre los verdaderos secretos del éxito.

Los 8 Secretos del Éxito son:

1. PASIÓN

Thomas Freeman. “Estoy impulsado por mi pasión” Las personas de éxito actúan por amor y no por dinero. Carol Colleta nos dijo, “Yo pagaría a alguien por hacer lo que yo hago”. Lo curioso es que, si lo haces por amor, el dinero viene de todas maneras.

2. TRABAJO

Rupert Murdoch. Todo es trabajo duro, nada viene fácilmente, pero me he divertido bastante consiguiéndolo. ¡Sí! DIVERSIÓN, Las personas exitosas trabajan en aquello que les divierte, y trabajan muy duro para divertirse al máximo. No son adictos al trabajo, son amantes de su trabajo.

3. SER BUENO EN LO QUE HACES

Alex Garden. Para ser exitoso debes dedicarte a algo, y ser muy bueno en ello. No hay ninguna magia para ser el mejor, solo es practicar, practicar y practicar.

4. ENFOQUE

Norman Jewison. La clave está en enfocarse en una sola cosa. Mantenerse enfocado hasta conseguir los resultados deseados.

5. EMPUJARTE

David Gallo. Debes empujarte física y mentalmente. Debes empujarte, empujarte y empujarte, para superar la timidez las dudas y los miedos. Goldie Hawn dijo: Siempre tuve dudas y miedos, no ere lo suficientemente buena, no era lo suficientemente inteligente, no pensé que lo lograría… Nunca es fácil empujarse a uno mismo, ¡por eso se inventaron las madres!.

6. SERVIR A LOS DEMÁS

Sherwin Nuland. Ha sido un privilegio servir como doctor. Ahora muchos niños me dicen que quieren ser millonarios como yo. Y lo primero que les digo es, ok! pero no podéis serviros a vosotros mismos. Tenéis que servir a otras personas ofreciéndoles algo de valor. Por que de esa manera las personas se hacen ricas.

7. IDEAS

Bill Gates. Yo tuve una idea, fundar la primera compañía de programas para microcomputadoras, y creo que fue una buena idea. No hay magia en la creatividad en cuanto a las ideas se refiere. Se trata de hacer las cosas simples.

8. PERSISTENCIA

Joe Kraus. La persistencia es la clave número uno del éxito. Tienes que persistir al fracaso y al CRIP (las Críticas, el Rechazo, los Idiotas, y la Presión).

¿Estás seguro de tener claro tu propósito?

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“No existe viento favorable para quien no tiene puerto de destino” (Séneca)

Preguntarnos de vez en cuando sobre cuál es nuestro propósito fundamental es algo necesario para dar un sentido a todo lo que hacemos. Y cuando lo encontramos se rompen muchas barreras y se libera “lo que nos mueve a la acción”, es decir, “la motivación”. Además, una buena misión o propósito nos hace más adaptables ya que nos ayuda a construir molinos cuando soplan vientos de cambio.

Por el contrario, no encontrar una buena respuesta a esta pregunta nos desorienta y nos deja a merced de que otros sustituyan nuestro enfoque por el suyo (diciéndonos, por ejemplo, cuál es nuestra “misión”). En esta situación es fácil convertirse en autómatas insatisfechos que no se sienten demasiado responsables de lo que hacen. Una forma triste de andar por la vida que, sin embargo, está muy extendida.

Esto, que es válido para la vida en general, también puede serlo para el trabajo (como una parte de la misma) y hay modelos, como el de las 6 perspectivas de GTD, que animan a que identifiques tu propósito (también tu “visión”, pero eso es otra cosa…). Sin embargo, desde mi punto de vista, olvidan incidir en un detalle fundamental: es muy frecuente confundir el “para qué” con el “qué” o el “cómo”.

Seguramente habrás oido la metáfora medieval del picapedrero, según la cual un caballero pregunta a tres picapedreros qué están haciendo.
El primero contesta con cara de aburrido: “¿No ve?… aquí, picando piedra”.
El segundo, técnico consciente de la importancia de su arte, contesta: “Señor, esta piedra que estoy labrando es clave, es delicada porque va a ser parte de un muro. Por eso debe ser perfecta. Todo depende de ella”.
El tercero, contesta con aire muy satisfactorio: “Estoy ayudando a construir una catedral”

Esta metáfora refleja la forma diferente en que las personas condicionamos nuestra realidad a partir de cómo identificamos nuestro propósito.

Una persona que se dedica a limpiar quirófanos, por ejemplo, puede entender que su objetivo principal es “limpiar quirófanos”. Sin embargo, si entiende que su trabajo puede servir para salvar vidas (por el riesgo de poder coger un virus en un quirófano) va a encontrar un sentido más elevado y motivador para su trabajo.

En los tres primeros minutos de este video de TED puedes ver también un ejemplo de cómo la forma de entender un puesto influye en la perspectiva y en la motivación de una forma parecida a cómo la alimentación influye en la salud de nuestro cuerpo.

El propósito debe indicar el “para qué” de más nivel al que se dirigen todas tus actuaciones. Si lo consigues identificar será más motivador que si en su lugar pones alguna de tus actuaciones principales.

A modo de ejemplo, si entiendes tu misión o propósito (profesional) como: “Contribuir al desarrollo de mi empresa en….” = (PARA QUÉ), seguramente ésto será más motivador que entenderla como: “Cumplir en mi área el plan de gestión” = (QUÉ/ CÓMO) “… contribuyendo al desarrollo de mi empresa”.

Es cierto que hay ocasiones en que es muy difícil construir un propósito mínimamente ilusionante pero ¿Es imposible?, ¿Son imbéciles los personajes de estos ejemplo o son más inteligentes a la hora de influir en la forma en que experimentan su vida? Las palabras que usamos definen la calidad de nuestros pensamientos, experiencias y actuaciones, y a veces, un gran cambio se produce tras un pequeño cambio de perspectiva.